Existen dos clases de personas: Las que se sienten tranquilas en su zona de confort, las que no tienen necesidad de moverse de su sitio de siempre, de alejarse de sus comodidades. Después estamos el resto. A los que nos mata la curiosidad y no podemos estar quietos en un mismo lugar, los que a todas horas tenemos la sed de viajar, esa que solo se sacia con sumar a tus experiencias otro rincón más. Para los que el pasaporte significa media vida.

Nosotros sin duda formamos parte de la gente aventurera y arriesgada! Y por eso mismo este año quisimos dar un giro a nuestras vidas y vivir durante un tiempo en otro país, con otra gente y con otras costumbres.

Manteneros al día de todos los sitios que visitamos nos encanta. No hay nada que nos guste más que poder explorar rincones nuevos y compartirlo con toda la gente posible para que se animen a practicar este gran vicio de conocer mundo. Y a los que por una razón u otra no pueden hacerlo, redactamos todas nuestras experiencias para que al menos puedan alimentarse de ellas y en su mente viajar por un instante a estos recónditos lugares.

Ahora bien, la pregunta del millón que muchos os estaréis haciendo: Y como lo habéis hecho?

Pues bien aquí os dejamos la receta por si alguno se anima a kangurear como nosotros.

RECETA :

Añade infinitas cucharadas de ilusión y combínalas con una taza de positividad. Mézclalo bien con valentía y rocíalo con un litro de curiosidad. Déjalo cocer a fuego lento, remuévelo suavemente con un poco de esfuerzo y constancia y finalmente añádele una pizca de dinero.

- Servir con hambre de explorar sin jamás saciarte y con ganas incontrolables de comerte el mundo -

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Supermarket : Woolwhorts, Coles and Aldi


Y bien, vamos hablar de cosas serias: money

Cuando decidimos ir a la otra parte del mundo pensamos sobretodo en la comida, al menos yo que soy tan glotona. La verdad es que antes de venir una de mis principales preocupaciones era: que voy a comer? Pues bien, nos vamos a la otra punta del mundo no a otra galaxia recuerden.. Y es que estos españoles, somos tan exagerados! 

Es verdad que después de un tiempo aquí tengo que reconocer que como se come en mi país, en ningún lado... Mis bravas, mi fuet, mi pate, mi jamoncito, mi tortilla de papas, mi fideua, mi cocidoooooo! Sí, todo esto es lo que más echo de menos de mi dieta. 

Aquí hay muchaaaaa comida, de muchos tipos y de todos los países y gustos, pero tanto de to y en verdad no hay de na! Nada de lo que nosotros estamos acostumbrados claro está. Aquí es muy común encontrar en supermercados productos de diferentes países, sobretodo con especies, pero para mi parecer tener tanto de tantos lugares hace que encuentres poco de lo de siempre. 

Me explico mejor. Yo para la comida soy muy tradicional y mis productos de toda la vida aquí me cuesta encontrarlos y cuando los encuentro a precio de oro. 

Pero bueno, nosotros tenemos el vicio más grande de todos y es comer, así que sobretodo yo, me he tenido que acostumbrar un poco a este estilo de vida y tranquilos que si he cogido unos kilitos de mas no es del aire.
Al grano, ¿dónde se compra en Australia? 

Los supermercados más conocidos por su calidad/precio son Coles, Woolworths y Aldi.

Para que os hagáis una ligera idea, Woolworths a mi parecer seria tipo Carrefour, Coles seria mercadona y Aldi seria.. pues Aldi.

Yo suelo combinar mucho mi compra de la semana en los tres, ya que hay cosas que me gustan más de uno y otras de otro.

Sobre todo es importante fijarse siempre en los logos de cada super, es decir, productos de marca blanca, que como en todos sitios son lo que calidad/precio están mejor.

Nosotros sobretodo nos encantan los productos del Coles, encontramos muchas cosas como en España y de precio bastante parecido. La fruta quizá es algo más cara pero para eso siempre vamos a los markets de los findes que es donde se encuentran las gangas y la fruta con sabor.  La carne es también algo más cara, pero no mucho. Lo bueno es que sí que encuentras bastante variedad.
Todos los demás productos del día a día como yogures, pan bimbo, zumo, sal, galletas, ...etc están muy a la par con España. Nosotros nos solemos gastar unos 120 dólares a la semana para los dos, y más o menos eso nos rondaba allí. Con la diferencia que esto lo cobramos aquí en 5-6 horas trabajando y allí en mínimo 3 días. 

Y el Woolworths es algo más caro en algunas cosas pero también es verdad que tiene cosas muy ricas! 

El Aldi es el más económico de todos, para productos de limpieza o para cosas básicas del día a día esta genial, por ejemplo para el bote de tomate, el atún, aceite, papel,etc. Lo único que para lo demás hay menos variedad que en los otros dos supers.



Pero como siempre digo, hablo bajo mi punto de vista y para gustos los colores!
Nosotros seguiremos combinando los tres en nuestra compra y llenándonos el buche como lo hacemos, que si algo llevamos en la sangre de nuestra tierra es el buen comer.







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martes, 22 de noviembre de 2016

Byron Bay


Welcome to Byron Bay: cheer up, slow down, chill out

cartel situado en la carretera de la entrada a Byron Bay


Esta ciudad costera situada en la región de Nueva Gales del Sur se encuentra a dos horas en coche de Brisbane, a unos 160 km para ser más exactos. 
Esta zona se creó a consecuencia de la erupción del volcán Tweed hace 23 millones de años. En 1770 fue descubierta por el capitán británico James Cook, quien bautizó como Byron a este bonito lugar, apellido de su vicealmirante John Byron y abuelo del poeta Lord Byron. A partir de entonces este sitio empezó a crecer y a convertirse poco a poco en un punto importante para la exportación de algunos productos. Es en los años 60 cuando finalmente nace la Byron que nosotros conocemos ahora, una ciudad aclamada por surfistas de todo el mundo y donde su principal atractivo está en el movimiento hippie que a día de hoy sigue reinando en todas sus calles. 

Nosotros queríamos vivir la esencia de la verdadera Australia y nada mejor que Byron Bay para acabar de celebrar mi cumpleaños; si, ese que ha durado toda una semana ;)

El sábado bien temprano, sobre las 6am, cogimos nuestro coche y nos pusimos rumbo a la ciudad del surf. Tengo que recalcar que coger tu coche o alquilar uno es la mejor opción para visitar este lugar ya que te permite mucha más libertad y sobretodo disfrutar de las magníficas vistas del camino. Nos encantó la mezcla de paz y naturaleza que pudimos sentir durante el trayecto y si a eso le sumas la típica música country que sonaba en la radio ya podéis imaginaros la felicidad que desprendíamos por los cuatro costados. 

Cuando llegamos a Byron, bien temprano, pudimos empezar a palpar el ambiente happy de ese sitio, gente en bañador andando descalzos con tabla de surf a cuestas camino de la playa, gente en bicicleta paseando, otras haciendo yoga por los jardines... en fin un rollo muy bueno que nos transmitió ganas de más. Sin perder un momento aparcamos el coche en la entrada para ahorrarnos dinero, es uno de los pocos sitios donde no se paga por dejar el coche, así que recomiendo esta opción si no quieres estar pendiente todo el día de ir a la maquinita. Desayunamos nuestro bocata que traíamos de casa y cargamos con la mochila para dirigirnos a la playa principal Main Beach, con la primera que te topas nada más llegar. 


                             





Para ser francos la primera impresión no fue buena, nos esperábamos “algo más”, en un primer momento la playa no nos pareció nada del otro mundo y es que a pesar de ser la más conocida y turística nos pareció la más simple de todas; una playa larga.
Nos sentamos en la arena y mientras observamos al horizonte, donde se encuentran las Julian Rocks, empezamos a ver ballenas a lo lejos, saltando y golpeando sus aletas fuertemente contra las olas. De Junio a finales del de Noviembre las ballenas jorobadas migran hacia las costas australianas en busca de aguas templadas y nosotros por suerte pudimos ver las últimas que quedan por la zona. Eso empezó a gustarnos más…

Después del avistamiento de ballenas, decidimos explorar otras playas que nos llamaran más la atención. Y así fue como otra vez montados en nuestro coche nos dirigimos a la parte del faro, donde ahí sí están para nuestro gusto, las mejores playas de Byron Bay. El camino mientras vas subiendo es increíble, te ofrece vistas de película. Este camino se puede disfrutar también caminando ya que hay una ruta específica para ello. Pero de cualquier forma, tienes el placer de contemplar las playas más salvajes del lugar, con ese agua azul turquesa que hace contraste con las bonitas rocas que rodea la costa, mezclando el verde fuerte de la vegetación.
Aparcamos en Wategos Beach, donde nos acomodamos un buen rato a tomar el sol y a comer. Después caminamos un rato por los caminos que unen las playas de alrededor, un momento mágico.



Llegamos a la playa The Pass, otra playa increíble llena de surfistas y donde en ella hay un pequeño mirador muy bonito. Desde allí puedes observar toda la costa a lo largo.





Con la barriga llena y súper relajados después del paseo por las diferentes playas, decidimos ir a la casa que habíamos alquilado por airbnb para pasar ese fin de semana. Nos dimos una buena ducha, nos maqueamos un poco y salimos de nuevo con nuestro coche hacia el esperado Lighthouse, faro de la ciudad
Se puede subir andando, las vistas son increíbles, aunque es una larga caminata. Nosotros escogimos la opción cómoda, subimos con el coche hasta arriba donde por 8 dólares puedes aparcar (aunque a nosotros nos salió gratis porque no llevábamos efectivo y un amable grupo de chicos nos oyó nos lo pago, así sin mas)
El encanto de este lugar sin duda es al atardecer o al amanecer, cuando el sol se pone o cae y nos regala estas imágenes imposibles de describir con palabras. Para mí, sin duda lo mejor de todo Byron Bay. 










Un paréntesis: Aquí, en este sitio con este encanto tan especial, le quise regalar a mi madre un vídeo felicitándole por su cumpleaños. Es un día muy importante para las dos, siempre hemos celebrado nuestro aniversario juntas por los pocos días que hay de uno al otro y esta vez era  extraño no estar unidas físicamente en un día así. Encontré este lugar el sitio perfecto para que me sintiera más cerca, un faro que alumbra el camino como ella ha alumbrado el mío toda mi vida y por lo que sin duda le debo el poder estar donde estoy ahora. Des de lo más alto quise gritarle a los 4 vientos lo mucho que la quiero! 
Y después de este parágrafo sensiblón, continuo…

Estuvimos un largo tiempo ahí arriba, respirando la tranquilidad que ofrecía ese momento y dejando la mente en blanco y cuando el sol se escondió entre las montañas, decidimos marcharnos a dar una vuelta por las calles de la ciudad, mezclarnos entre la gente hippie y sentir el good vives. Cenamos, disfrutamos de la gente que se junta para bailar y tocar al son de tambores y cuando nuestros ojos ya no soportaban más el estar abiertos, nos fuimos a dormir.

El domingo amanecimos con un sol radiante, unos 30-35 grados para ser exactos y decidimos ir directamente a darnos un baño en los lagos de té rojo, situados en Suffolk Park Beach. Lo mejor es dejar el coche en McGregor Street, a unos 5km al Sur de Byron, y desde allí caminar recto hacia la playa. Una vez en ella, hacia el lado derecho, andar hasta que os topéis con un entradero que te lleva al Tree Tea Lake, una verdadera preciosidad. En ese lago puedes disfrutar de un baño relajante, que además dicen que es muy beneficioso para la piel y el cabello.






De cara al mediodía, después de un buen rato chapoteando y relajándonos en esas aguas teñidas de rojo, nos fuimos a The farm, una granja situada al interior, a unos 10 minutos en coche desde Byron (11 Ewingsdale Rd). Aquí hay animales como cerditos, gallinas, vacas, etc y un bonito restaurante para comer, donde mientras te llenas el estómago puedes sentirte en un verdadero rancho, rodeado de estos animales y de sus tierras. En este lugar se puede conocer y aprender sobre sus actividades agrícolas, observar la variedad de animales y plantas que albergan las 8 hectáreas de terreno que forman la granja y a la vez disfrutar de la mejor comida. Un buen plan de domingo, sobre todo para las familias.








Para terminar, fuimos para el centro de Byron otra vez, se acababa nuestro fin de semana y tocaba volver a casa. Dimos un último paseo por las calles principales, nos comimos un helado buenísimo de la famosa heladería Bella Rosa y sentados en la playa, un hombre con su guitarra nos regaló el último momento de felicidad allí. No había mejor manera para despedirnos del paraíso. See you soon!







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viernes, 11 de noviembre de 2016

Gold Coast - Burleigh Heads

Mi cumpleaños en Australia no podía pasar por alto, ya sabéis que a pesar de ser un día en el que sumas edad a mí me encanta ese 2 de Noviembre y esta vez iba a ser muy diferente a años atrás. Normalmente siempre celebramos mi día a lo grande pero esta vez ha sido aún mejor; como dice David, igual que la realeza, de domingo a domingo.
Estamos en un país diferente, muy lejos de nuestra casa y de nuestra gente, eso te remueve en días especiales, pero sentir las muestras de cariño por mensajes, redes sociales, llamadas... de los tuyos, a pesar de la distancia, hace que te actives y que se te recarguen las pilas. Y así lo hice, con una gran sonrisa y con el amor de mi vida decidimos celebrar este cumpleaños de la mejor manera.
El 2 de Noviembre este año caía en miércoles, así que el finde de antes ya empezamos con la celebración. Reunimos a toda la gente molona que nos hemos encontrado por el camino en esta aventura y preparamos una bbq en el jardín de nuestro apartamento. Fue un día lleno de risas, confidencias, anécdotas; un día rodeada de gente, que a pesar de no ser los de toda la vida, me hicieron sentir como si lo fueran. Cuando estas fuera de tu zona de confort, las relaciones que se crean en tan poco tiempo son muy intensas, al fin y al cabo estas compartiendo la misma experiencia, te ves reflejado en esas personas y eso hace que los lazos se hagan tan fuertes. No me puedo quejar, me sentí muy arropada y termine el día soplando las velas con gente casi desconocida que estaban formando ya parte de mi familia aquí. 






Para no parar el ritmo, el miércoles, mi verdadero día de cumpleaños, David y yo nos organizamos para tener libre y de esa manera disfrutar juntos de los magníficos 30 grados con los que habíamos amanecido, en compañía de sol y playa. Para ello nos dirigimos a la famosa Gold Coast, paseamos por su larga playa en Surfers Paradise y subimos al Sky Point, el edificio más alto de ese lugar para contemplar las maravillosas vistas que ofrecía (el precio por subir son 25 dólares por persona, cosa que encuentro excesivo para ser un simple mirador, pero la ocasión lo merecía) . 
Para haceros aún una idea más clara de lo bonita que es esta ciudad desde las alturas os regalo estas imágenes.



 Después de permanecer un buen rato allí arriba disfrutando del paisaje y amortizando los 50 dólares que nos había costado el capricho..., pusimos rumbo a la playa más bonita y salvaje de la zona: Burleig Heads.
Era la hora de comer, así que sacamos nuestra nevera, nuestro picnic y nuestra toalla y nos llenamos la barriga al lado del mar, con una imagen de los edificios de Gold Coast a lo lejos. Realmente una imagen de postal. Este lugar sin duda tiene un encanto especial, la frondosa vegetación que se extiende a lo largo de la playa no deja indiferente a nadie y es que disfrutar de un bonito paseo por ese parque natural sintiendo la brisa del mar, viendo a los surfistas cabalgar las olas, no tiene precio.
Cuando el sol ya empezaba a caer decidimos volver a Gold Coast para recorrer sus calles, repletas de tiendas y cafeterías, ver el mercadillo con puestos de artesanía, ropa, etc que estaba montado en el paseo de la playa y con un ambiente muy agradable y como no con un gran donuts de ferrero rocher dimos por finalizado el día, mi día ;) 















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